Biblicamente, la Historia de la Salvación se inicia en el capítulo 12 del libro del Génesis: Con la llamada de Dios a Abraham.
La elección de Dios y la respuesta y obediencia por parte de Abraham, permiten que Dios deposite su bendición y sus promesas sobre un hombre y sobre un pueblo.
Las promesas de Dios a Abraham las actualiza en Isaac, en Jacob y en su descendencia. Pero es Jesús, verdadero descendiente de Abraham, quien hará que sean bendecidas todas las naciones.